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Una cafetera icónica con un diseño atemporal inventada en 1941, la Chemex es fácil de usar y agradable a la vista. El Chemex se encuentra en la colección de diseño permanente del MOMA; también vive en la mayoría de los mostradores de nuestra cocina. Prepara una taza limpia y mantiene el cuerpo y las notas florales equilibradas.
Coloque el filtro Chemex en la cafetera con un solo pliegue alejado del pico y varios pliegues alineados contra el pico. Enjuague el filtro con agua caliente para obtener un buen sellado uniforme en todo el contorno. Esto precalienta la cafetera y elimina cualquier sabor a papel del filtro. Vierta el agua filtrada de enjuague y doble el filtro hacia el pico para reforzar esta área.
Agregue 42 g o aproximadamente 6 cucharadas de café molido como sal kosher. Centre el café en su cafetera y ponga a cero la báscula.
Inicie el temporizador cuando agregue el agua caliente filtrada. Verter hasta saturar todos los posos o hasta alcanzar unos 150g. Revuelva con un palillo o una cuchara para asegurarse de que no queden grumos secos.
A los :45, comience el segundo vertido, asegurándose de reintegrar el café y el agua filtrada. Vierta con un movimiento ondulante, luego en espiral suave hasta que el volumen alcance aproximadamente la punta de un dedo desde la parte superior del borde o 450 g de agua filtrada. Verter sobre las manchas oscuras y evitar las claras.
A la 1:45, llene la cafetera hasta el tope o unos 700 g de agua filtrada.
A las 4:00, deberías estar bastante cerca del volumen. Mire la burbuja de vidrio o el ombligo, que indica 20 onzas. Levante el filtro. Está bien pasar el cursor por un par de segundos para asegurarse de que tiene suficiente volumen. Luego saque el filtro por completo y déjelo escurrir en el fregadero.
Agite un poco el Chemex y estará listo para servir dos tazas de café preparado.
